El gran desafío en la gestión del próximo alcalde de Lima
El 75% de limeños se encuentra insatisfecho con la seguridad ciudadana en la ciudad, según la encuesta de percepción realizada por el Observatorio Ciudadano, Lima Cómo Vamos. A puertas de las elecciones municipales, la población demanda solución a un problema con el coexistimos diariamente.
No cabe duda que la inseguridad ciudadana es uno de los principales problemas que deberán atender las próximas autoridades ediles en Lima a través de mecanismos que pongan freno al alto índice delincuencial en todo los distritos de la capital.
Diversos observatorios ciudadanos, informan sobre cómo estamos viviendo en las ciudades en relación a este tema. Las cifras, que son alarmantes, han hecho que este problema impacte significativamente en la calidad de vida de cada uno de los limeños y peruanos en general.
Según cifras del INEI, de enero a junio de 2018, el hecho delictivo que más afecta a la población de 15 y más años de edad es el robo de dinero, cartera, celular, donde 13 de cada 100 habitantes son víctimas de este hecho.
Si bien la delincuencia es un problema generalizado en Lima, hay distritos con mayor incidencia de delitos. El Instituto de Defensa Legal de la Seguridad Ciudadana, en su informe anual del 2017, alcanza cifras sobre los cincos distritos de Lima que registraron mayor número de denuncias por delitos. Tenemos pues al distrito de San Juan de Lurigancho con 4,026 denuncias, seguidos del Callao (3,725), Comas (3 482), La Victoria (3, 450) y Lima (3, 003), justamente son también los distritos con mayor población.
Los delitos tipificados en el Código Penal más denunciados en Lima Metropolitana son los delitos contra el patrimonio (79%), seguidos de los delitos contra la seguridad pública (7%); delitos contra el cuerpo y la salud (7%); y los delitos contra la libertad (4%).
Dos destacados especialistas en seguridad ciudadana, Jorge Martínez, consultor internacional en este tema y vocero de MER-Group y César Ortiz, presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana del Perú (Aprosec), opinan sobre las soluciones a la inseguridad ciudadana para un informe especial elaborado por la Cámara de Comercio de Lima. En este sentido, coinciden en esbozar que para afrontar este problema deben abordarse dos puntos: recurso humano y tecnología.
Respecto al primero, señalan la necesidad de contar con personal preparado y esto pasa por capacitar a los serenos, policía e incluso a la población, que está también involucrada. Un papel importante está a cargo del serenazgo que opera sin un marco legal que les permita actuar eficientemente cuanto se les necesita.
Ortiz, presidente de Aprosec, manifiesta que “ya es tiempo de que las personas entiendan que mientras dotemos de más herramientas a los serenos, más eficiente será la prevención o atención de sucesos. Hoy en día, basta con estar en el lugar equivocado para ser víctima de algo”.
La ciudadanía es otro actor importante en la lucha contra la inseguridad. Así, puede tener una participación activa a través del uso de botones de pánico en las calles o virtuales que pueden ser activados desde un celular.
De otro lado, la segunda solución al problema de inseguridad ciudadana consiste en implementar logística y tecnología moderna, la cual incluye unidades policiales, entre otros. Martínez indica concretamente que una ciudad debe contar con cámaras, drones y dispositivos de comunicación y telefonía digital. Una mirada moderna a la seguridad ciudadana implica contar con cámaras conectadas a grandes plataformas que permitan el intercambio de datos en tiempo real, con descripción biométrica, Big Data y exclusivos para seguridad ciudadana.
Los actuales candidatos tienen el gran reto de reducir los índices negativos de inseguridad ciudadana en Lima, sus propuestas deben estar claramente delimitadas, con una ruta sobre cómo las harán posible y el presupuesto que necesitarán para impulsarlas e implementarlas. Pero además definir cómo trabajar de manera articulada con el Ministerio del Interior. Sin duda, sería un gran avance en la mejora de la calidad de vida de los limeños y de la imagen de la ciudad.